Buscábamos una casa luminosa que pudiéramos reformar completamente para poder tener una vivienda con salón comedor y cocina abiertos, un aseo de visitas, dos dormitorios de invitados con su cuarto de baño y una suite con un vestidor y cuarto de baño integrados al dormitorio.
Buscábamos una vivienda que el dormitorio principal pudiera disfrutar del sol de la mañana y las zonas comunes del sol del atardecer.
La vivienda la disfruta una pareja joven cubana amantes del arte, de la música, del buen vino y de los espacios equilibrados y proporcionados. Disfrutan la casa en soledad, leyendo en el salón, cocinando algo rico en la cocina abierta al salón, o escuchando música en su dormitorio. La disfrutan con muchas reuniones de amigos y un buen vino, con una luz en la vivienda que se regula la intensidad para crear distintos ambiente.
Lo que más me gusta de la casa es la armonía que se siente cuando se entra en ella. Una proporción perfecta de los espacios y un equilibrio de los materiales utilizados, el mobiliario y las obras de arte consiguen una vivienda en la que te quieres quedar para tener largas conversaciones escuchando buena música y acompañada de un buen vino. Conseguimos transformar una casa ordinaria en extraordinaria.