Una vivienda para unos mexicanos viajeros, con arte y recuerdos de todo el mundo. Una vivienda con una suite abierta a la zona de comedor y salón pero separada por una puerta de madera corredera para independizar la zona de estar de la de dormir.
Tonos tierra eran los colores de nuestros clientes, espejos y maderas. Luces tenues para espacios cálidos, siempre música de fondo y un olor especial.
Un volumen central, el aseo, que hacía de separador entre la zona de dormir con un baño completo abierto y un vestidor de la zona de estar, cocina abierta haciendo las veces de comedor y el salón abierto con los balcones a la calle.