La idea inicial de Ignacio fue que las aulas de infantil fueran las protagonistas y generadoras del resto del colegio.
Cada aula un color para que los niños pudieran identificar su aula desde sus pequeños patios y desde el pasillo central. Unos volúmenes prismáticos separados entre sí por patios sobre los que se apoyarían las aulas de primaria y secundaria. Un volumen que marca la horizontal y pasa desapercibida para dejar que sea el color el que prime.
Una celosía de lado a lado con las que regular la luz del sol de todas las aulas. Este volumen principal conectado al volumen independiente del polideportivo por una rampa.