El juego es el leitmotiv en esta casa. El de la línea recta con la curva, el de las distintas texturas, el del color en grandes dosis. Alegre, camaleónica, poco convencional y con ambientes conectados, para compartir espacios y charlas: así la querían sus propietarios.
La familia nos pidió que diseñáramos una vivienda muy viva, llena de color y de luz.
Fue necesaria su total demolición para alcanzar el reto. Sólo conservamos la chimenea, aunque diseñamos un nuevo marco alrededor del hogar que la convirtiera en un elemento protagonista: un plano de ladrillo sobrio, para unir el naranja y el azul de las zonas comunes. La tarima de bambú industrial en pequeñas piezas tapiza todo el suelo unificando los espacios. Es una casa que responde al carácter del cliente y nosotros hemos empatizado con sus deseos y reflejado sus aficiones.
Esto queda patente en el salón, donde los libros forman parte primordial de la escenografía, con sus lomos dibujando el frente de la librería que los acoge y que habla de la pasión de los propietarios por la lectura.
Este mueble, como los armarios de la cocina, los de los baños o la composición modular de la entrada, han sido creados exprofeso por nuestro estudio para dar una vuelta de tuerca impactante a unos interiores que reúnen célebres diseños contemporáneos procedentes de la firma Naharro: la estantería Infinito, de Cassina; el sofá de B&B Italia; la mesa de café de Isamu Noguchi… Añadimos una versión colorista a este valioso patrimonio estético. Una mirada lúdica que levanta el ánimo.
La librería es un mueble hecho a medida y sus singulares puertas deslizantes, realizadas por la firma portuguesa New Terracota, ocultan el televisor.